La aspiración de toda persona amigada con su sexualidad (y quizás no tanto también) es como ser bueno en la cama. Pero que significa exactamente? A qué nos referimos? Bajo que conceptos?
Pareciera ser que el “Ser mejor en la cama” tiene más que ver con la opinión de nuestras parejas que con la nuestra, y por tanto la presión sujeta a la satisfacción de la persona con quien mantenemos relaciones sexuales se ve aumentada y reflejada paradójicamente en nuestro rendimiento sexual. En otras palabras, mientras más nos presionamos por demostrar lo buenos amantes que somos, mayor la presión, menor el propio disfrute y por tanto aparecen dificultades sexuales como añadidura: Problemas en la respuesta sexual, orgasmos, control de la eyaculación, erecciones, etc.
Entonces irónicamente, lo anhelado se aleja y mientras más anhelado peor. Por qué ocurre esto? Principalmente porque nos concentramos en nuestras habilidades para dar placer a la pareja y las perfeccionamos a tal punto que estudiamos, leemos blogs como este mismo, o artículos titulados algo así como “Cómo ser bueno en el sexo”, “Como ser buen amante”, “Ser mejor en la cama”, clásicos artículos de revista softporn. Sin embargo no hay uno solo (lee bien porque de esto no habla nadie y es un súper regalo para ti), respecto a desarrollar nuestras habilidades para recibir placer: Desarrollar la capacidad de recibir un estímulo placentero es igual o más importante que otorgarlo a la pareja. Tiene que ver con el “deseo de ser deseado” y la formula es la siguiente:
S1: Sujeto 1
S2: Sujeto 2
S1 Recibe estimulo placentero de S2 -> S1 Siente mucho placer -> S1 se manifiesta de forma física, corporal y auditiva de dicho placer (movimientos, jadeos, gestos faciales) -> A través de la manifestación, S2 se retroalimenta de S1-> S2 mantiene, repite, adecua o mejora el estímulo a S1 -> S1 Recibe estimulo placentero de S2.
Desde lo anterior se cierra el círculo. La respuesta sexual de ambos aumenta (Mayor excitación), y todo por la capacidad de recepción del S1, cuya manifestación del placer, tiene que ver con su asertividad sexual y la propia capacidad de comunicación verbal y no verbal en beneficio de la sexualidad de ambos. De aquí la importancia del “SABER RECIBIR” y estimular la vida sexual de la pareja.
Es más, la incapacidad del “Saber Recibir”, es un motivo frecuente por el cual personas con grandes habilidades amatorias comienzan a tener dificultades en la propia respuesta sexual. Por esto último, para mí es habitual recibir en consulta verdaderos Latin-Lovers con problemas de erección o eyaculación retardada, y solo debido a su incapacidad de recibir placer de parte de sus parejas.
Paradójicamente, el esfuerzo por ser “ser buenos en la cama” a través de solo dar estímulo (y no recibirlo también), nos hace bajar nuestro rendimiento a niveles insatisfactorios no solo para la pareja sino para nosotros mismos.
Nota para los Latin-Lovers: Está bien recibir placer y puedes bajar la guardia un rato. Ser generoso con tu pareja y permitirle darte un estímulo rico no te pone en deuda ni te hace menos persona o menos “bueno en la cama”. Ok?
Por ello la invitación es al disfrute, al propio disfrute y gozo, a la búsqueda de la propia satisfacción sexual y al derecho del ejercicio de una sexualidad sana y sin tabúes, a recibir y dar el estímulo que más nos guste y en la sana práctica del recibir con generosidad, mejorar nuestra respuesta sexual y por tanto mejorar nuestra sexualidad en plenitud.
Sexóloga Karen Figueroa García
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