Mucho se habla sobre masturbación y orgasmo hoy en día, pero poco sobre técnicas, adaptaciones y funciones musculares que faciliten el aumento de sensibilidad para que la masturbación sea funcional, logrando el placer, clímax y satisfacción.
La piel del cuerpo todo es un gran órgano sensor, con terminaciones nerviosas sensitivas especializadas para diferentes estímulos de tacto, presión, temperatura, vibración, dolor y más. Igualmente, tenemos en los genitales principalmente, órganos eréctiles como el clítoris y el pene, que tienen la capacidad de aumentar sus dimensiones al llenarse de sangre y por ende aumentar la sensibilidad instantáneamente.
Existe un proceso biológico que consiste básicamente en que las sensaciones percibidas, viajan a nuestro sistema nervioso y éste devuelve una respuesta de activación a los músculos de la zona donde se produce el estímulo sensitivo. Esta activación muscular aumenta nuevamente la sensibilidad lo cual genera un loop sensitivo-motor que se mantiene en el tiempo y favorece la respuesta sexual.
Para que este mecanismo se pueda desencadenar, tanto los órganos sensitivos, como los músculos, deben tener una buena función. Sin embargo, para muchas personas puede llegar a ser complicado el hecho de encontrar los puntos más sensibles o las técnicas de estimulación que les sean agradables puesto que se requiere de autoconocimiento corporal, entendimiento de sus propias sensaciones y de práctica para poder iniciarse en la realización de movimientos específicos con velocidades y presiones determinadas
Por otra parte, muchas veces, la estructura muscular que rodea los órganos eréctiles y que conocemos como músculos del piso pélvico, no se encuentra en buen estado lo cual perjudica la capacidad de responder a la orden de activación ante el aumento de sensibilidad y como consecuencia, por más estímulos sensitivos que se reciban, la sensibilidad no aumenta, pudiendo por el contrario, disminuir.
En resumen y como todo en la vida, para disfrutar hay que trabajar. En el caso de la sensibilidad genital, el placer, y la satisfacción es necesario entrenar en varios puntos fundamentales. Primero que todo conocer el propio cuerpo, entender la forma en la que funciona y conectar con los sentidos. Segundo, es necesario entrenar la musculatura del piso pélvico, no sólo con el típico “apretar y soltar” sino que realmente entrenar en todas las cualidades físicas que un musculo requiere para funcionar eficientemente, como lo son la coordinación, fuerza, resistencia, potencia y flexibilidad de forma que pueda realizar una excelente (y excitante) función en los momentos de aumento de sensibilidad, potenciando las sensaciones placenteras. Por último, es necesario atreverse a tocarse más, experimentar posiciones corporales, técnicas, velocidades, estrategias y tal vez, conversar más con otras personas o profesionales del área de la sexualidad, sobre las técnicas de masturbación que recomiendan para así, ir ampliando las posibilidades de movimientos y estímulos que se pueden utilizar para provocar sensaciones deli.
Algunas de las consultas que me hacen frecuentemente sobre la masturbación tienen que ver por ejemplo, con si es necesario o no el uso de vibración, si la posición de las piernas o de los deditos de los pies debe ser de tal o cual manera, si deben estimular con fuerza o suave, si el estímulo debe ser en el punto G o no, si el orgasmo se siente como ganas de orinar…. En fin. Y todas esas preguntas surgen naturalmente porque jamás nos enseñaron a hacerlo. Es poco (si no NADA) lo que con respecto a educación sexual recibimos y mucho menos que eso lo que nos enseñan con respecto a la autoestimulación de sensaciones placenteras corporales y genitales.
Por esta razón he decidido impartir en Julio 2020 un curso muy completo llamado “Así es que me gusta!” Donde entrego paso a paso, varias opciones de posturas, movimientos y estrategias para autoconocerse, sentirse y disfrutarse.
Carolina Silva
Fisioterapeuta pélvica
Especialista en sexualidad funcional
www.carolinasilva.cl
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